En minibús a nuestra disposición ingresamos por caminos de conchilla para recorrer la antigua ruta interbalnearia. Unimos un poblado rural donde recorreremos sus calles de conchillas, veremos su capilla, la escuela rural, comeremos un asado campero en la vieja estación ferroviaria, una pequeña parada en el boliche de campo dedicado al gauchito gil donde los parroquianos se reúnen a tomar una copa y jugar a las cartas acompañados por algún payador eventual.
Desde alli emprenderemos camino para encontrarnos con la rivera del Río de la Plata, alli vestigios del antiguo hotel abandonado, rodeados de añosos eucaliptus, juncos y pastizales desde la playa se internan en las aguas que en otras épcoas eran descanso y relax de turistas y habitantes locales cuando la contaminación aún no se vislumbraba.