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Actividades

FOTOESCAPE A EL PALMAR - UBAJAY Y LIEBIG

Del 24 al 27 de marzo

 
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ZORRA FERROVIARIA POR EL PALMAR - ANTIGUO TREN AL PALACIO SAN JOSE

 

Incluye:

Combi I/V a Entre Ríos, los traslados locales. Alojamiento en Colón, Hotel categoría 3 * con desayuno. Viandas en los almuerzos. Actividades incluidas: Visita al poblado de Ubajay. Traslado en Zorrita Ferroviaria. Entrada al Parque Nacional. Visita al pueblo de Liebig con guía local. Visita al Molino de Forclaz. Entrada al molino. Reunión posterior para ver fotos.
• No incluye: Bebidas ni cenas

 

Actividades:

Parque Nacional El palmar: Dentro del P.N. El Palmar visitaremos las Costas de Río Uruguay, el mirador y la Calera de Barquin del 1700. Fotografiaremos el atardecer con las palmeras desde un lugar especial para la toma
Ubajay: En sus orígenes se denominó Colonia Palmar Yatay. Fueron los trabajadores ferroviarios quienes le pusieron el nombre actual, ya que al realizar el tendido de vías, se encontraban con muchísimos árboles que entorpecían su labor: el UBAJAY (en guaraní se escribe Iba: fruta, Jhaí: ácida. pero se escucha como Ubajay). Este poblado de 1000 hab. recibió una fuerte corriente inmigratoria judía. La Jewish Colonization Asociation (Asociación de la Colonización Judía), entidad filantrópica, creada por el Barón de Hirsch. Ubicó a cuarenta las familias en una extensión de cien hectáreas, labrando las tierras y dedicándose a la agricultura y ganadería. El 5 de enero de 1915, se inaugura la Estación Ubajay, perteneciente al F.C.N.E.A, Ferrocarril Noreste Argentino. Ubajay está a orillas de Río Uruguay y posee una maravillosa vista de la costa, casas muy añejas, una estación de FFCC muy pintoresca (hoy Museo Histórico). Haremos un recorrido en zorra ferroviaria desde El Palmar recorriendo un paisaje de Selva en galería, Palmeras, puentes hasta llegar al poblado. Pararemos a hacer fotos.
Pueblo Liebig: tranquilo pueblo que tuvo su origen a raíz de la instalación de una compañía inglesa, la Liebig´s Extract of Meat", dedicada a la elaboración del extracto de carne. Es un pueblo diagramado y construido al estilo ingles del siglo XIX, único en Argentina. Cuenta con zonas junto al Río Uruguay y una vista espectacular desde el Muelle del Ex frigorífico, desde donde partían los embarques de carne hacia Europa. Sus silenciosas calles fueron mudas testigos de los miles de habitantes que las poblaron y otros miles que trabajaban en su fábrica. Este pueblo podría decirse que lo tuvo todo, su propio tren, estación, puerto, periódico, imprenta, restaurantes, hoteles, teatros, etc... Fue visitado por Enrique VII de Inglaterra en 1927, poseía su propio Lawn Tenis, Golf Club y un Hotel para huéspedes británicos.
Molino Forclaz: Le debe el nombre a su tenaz creador, el suizo Juan Forclaz, que a falta de las condiciones propicias, ingenió una modalidad distinta que puso en funcionamiento este Molino al mejor estilo holandés. Fue construido a principios de siglo. Al no existir vientos fuertes, Don Juan Forclaz modificó el mecanismo de molienda al más usual, utilizando el sistema de tiraje de mulas, pero nunca funcionó como se esperaba, y eso forma parte de la leyenda del lugar que nos relatará la guía local; su entorno de campo con lomas lo conjugan para ser parte de un paisaje único para la toma fotográfica.
 
Algo de Historia
Liebig
Orígenes: Su inicio se remonta al ultimo cuarto del siglo pasado poco después de que el General Urquiza fundara la Villa Colón, actual ciudad cabecera del departamento. Un pequeño saladero, propiedad del Sr. Apolinaro Benitez, origino a su alrededor un poblado precario, que sería precursor del actual. Tras cambiar de propietario la incipiente industria se agranda, su nuevo dueño, Juan O Connor luego de trabajarlo algunos años lo vende a la Sociedad Argentina de Carnes Ltd.,aunque continúa al frente como gerente. Pero a fines del siglo pasado, la industria de los saladeros comienza a decaer debido a la imposibilidad de conservar la carne en los largos viajes a Europa. Este problema sería solucionado por el químico alemán Justus Von Liebig, considerado mundialmente el "Padre de la Química Orgánica" al crear el extracto de carne. Este se asocia con el ingeniero alemán George Giebert, quien radicado en el Uruguay comienza a producir extracto de carne en Fray Bentos (frente a Gualeguaychú) y lo exporta a Europa. Durante la guerra Franco-Pruciana los franceses sitiados en París consumían extracto de carne Liebig. Posteriormente con capitales ingleses se funda LIEBIG EXTRACT OF MEAT and Company y comienza la expansión a Argentina. En 1903 adquieren el saladero O Connor a la Sociedad Argentina de Carnes cambiándole el nombre por Fábrica Colón, comenzando a producir extracto de carne y "Corned Beef"(carne en lata). Hacia 1910 su expansión era impresionante, poseía 44.000 hectáreas en Entre Ríos, Corrientes y Misiones siendo us instalaciones modernísimas. En los medios porteños se referían a Fabrica Colón como "Las cocinas más grandes del mundo". En dicha época y hasta la década del 50 se faenaban 1.500 animales por día, durante faenas que duraban seis meses por año. La ocupación alcanzaba 3.500 obreros en turnos diurnos y nocturnos, solo desde Colón viajaban 1.000 personas por vía fluvial. Durante la Segunda Guerra Mundial se producía carne en conserva que se embarcaba a Gran Bretaña directamente desde el puerto instalado sobre el Río Uruguay en buques ingleses. Después de la Segunda Guerra Mundial comienza la lenta decadencia por diversos factores. Finalmente es vendida a la firma Vizental en 1980. Actualmente, de los 3.500 obreros que trabajaban en la empresa, hoy solo quedan menos de 100, y las importantes instalaciones han sido desmanteladas y vendidas. 

El pueblo:
En sí, nace de la necesidad de la Compañía en ubicar al personal gerencial, administrativo y obrero. Se encuentra dividido en dos partes claramente definidas, el llamado "pueblo" y "los chalets". En el primero se alojaban los obreros y administrativos de baja jerarquía. Se encuentra dividido en dos corralones y varias hileras de casas. También aquí se encontraba la zona comercial: almacén, zapatería, peluquería, etc., donde actualmente se encuentra la Biblioteca, la Junta de Gobierno y algunos comercios. En la parte alta del pueblo encontramos la Iglesia construida en 1950 la cual ostenta un vitral dedicado a uno de los últimos gerentes de la fábrica. En la entrada se ubica el Club Atlético Liebig contando con canchas de fútbol, básquet, paleta y bochas. Esta entidad fue fundada en 1904 siendo anterior a varios clubes de fútbol importantes de Buenos Aires. La parte denominada Chalets, estaba destinada al personal jerárquico e ingleses, sus construcciones son vistosas, de estilo inglés. También en este sector se encuentra el ex Lawn Tenis Club, el antiguo edificio de la Biblioteca, y el edificio denominado Mess, que sería como un hotel donde se alojaban los visitantes de nivel bajo. Por último se encuentra la "Casa de Visitas", equipada a todo lujo y confort donde se alojaba la alta jerarquía. Una idea de esta última edificación lo da el hecho de que allí se alojó el Príncipe de Gales, heredero de la corona Británica que luego abdicaría para casarse con la norteamericana Wally Simpson, cuando visitó las instalaciones en 1927. 

Molino de Forclaz
La familla Forclaz: El constructor de esta joya histórica ha sido Juan Bautista Forclaz, de origen suizo, quien llegó a esta zona con sus mayores en la inmigración de 1859, a los seis años de edad. Su padre, Jean Forclaz, recibía noticias en Suiza de los familiares que estaban en la Argentina. En las cartas los colonos hablaban de tierras generosas y posibilidades de progresar. Ante las nuevas perspectivas, varios jefes de familia emprenden el viaje al Río de la Plata. Los colonos son ubicados en parcelas que Urquiza les asignaba, comenzando entonces el cotidiano esfuerzo para transformar la realidad circundante. La infancia de Juan Bautista transcurrió simple y tranquila en la Colonia San José. En su adolescencia se dedico a tareas de labranza y siembra. En 1880 contrae nupcias con María Margarita Pralong. Al lado de la casa del Administrador de la Colonia, Don Alejo Peyret, y cerca de un arroyo de caudal oscilante se instala la pareja decidida a trabajar para contribuir con el progreso de la colonia. De esta pareja nacen nueve hijos.
El molino con sistema malacate: Juan Bautista, conocedor de todos los sistemas de molienda comunes en Europa, establece en su terreno, un mecanismo para moler granos con el sistema "malacate", el cual es accionado por tres o cuatro mulas que le proporciona grandes ganancias. Este sistema no alcanzaba, por lo cual decide construir un molino accionado a viento.
El molino de viento: A fines del año 1888 comienza la difícil tarea; la obra demanda dos años de arduo trabajo en los cuales Don Juan cuenta con la ayuda, además de su hermano y su familia, con la colaboración de jóvenes albañiles como Alejo Delaloye entre otros. Los cimientos están hechos de piedra mora, muy abundante en la zona, y sobre ellos se levanta la pared en forma cónica. En la base tiene 25 metros de circunferencia y 1 metro de espesor. Hasta alcanzar los tres metros de altura se emplea el mismo material, luego continua con ladrillos hasta alcanzar los 12 metros donde van las aspas afirmadas a la parte superior, que es una cúpula de zinc "giratoria". Esta movilidad le permite orientarse según la dirección del viento. Las cuatro aspas tenían 6 metros de longitud y estaban construidas de forma similar a una escalera de 1 metro de ancho, a la cual se le colocó un velamen de lona fina. En 1890 se da fin a la obra instalándose la maquinaria en su interior. Posee dos puertas de acceso de dos metros de alto con sendas aberturas superiores tipo ventanas, y en los frentes opuestos a estas hay dos ventanas que dan una iluminación suficiente para el manipuleo del mecanismo de funcionamiento. En la puerta que mira al poniente se pueden observar fechas grabadas. Todo el aparato funcionaba con un viento potente capaz de mover las aspas, pero los vientos de la región no lo eran, así es que Juan Bautista tiene que seguir moliendo con el viejo molino instalado en sus adyacencias. La gran inversión en la construcción del molino, 6.000 pesos fuertes, habla a las claras en las esperanzas puestas en él, aunque luego frustrada por razones ajenas al cálculo y a la voluntad del hombre. El molino fue declarado Monumento Histórico Nacional en 1985. En 1996 se entrego un subsidio de 380.000 pesos para su restauración. 

Anecdotario:
Como evitar lo anecdótico cuando el espíritu del hombre aparece hecho vida en el relato a veces ameno, otras enternecedor que cuenta las costumbres de una comunidad en un tiempo pasado. El popular Joujón Bouet, aquel que para evadir impuestos municipales a los vehículos de dos y cuatro ruedas, se hizo uno de tres, solía visitar a menudo el molino de Don Juan, y...subiéndose a la cúspide...por las maquinarias del interior y acomodándose allí se ponía a cantar con frenesí "para toda la vecindad". A veces elegía para su recital, ya en "patoi", en francés o un mal pronunciado castellano, las mismísimas aspas del molino. Montado en una de ellas cantaba con gran entusiasmo, ante la mirada atónita de las damas por el insólito lugar elegido. Y mientras sus entonaciones se amalgamaban con la brisa, Madame Forclaz meditaba, con cierta resignación por la posibilidad de un accidente; y ante lo infructuoso de detenerlo, decía: "¡Déjenlo!... ¡Hombres hay muchos!".

   
 
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